Es curioso como una canción que tiene mucho de lo que desprecio, patriotería, machismo y absurdas invocaciones religiosas, y que de hecho fue un pasodoble utilizado con frecuencia durante el franquismo, solo por una particular forma de interpretar y por un tempo y un arreglo determinados puede convertirse en algo muy distinto, una forma trágica y melancólica de ver este trozo de tierra en el que nos ha tocado nacer y vivir, con sus luces y sus muchísimas sombras. Al menos es lo que a mí me parece.
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