Ronald Reagan se reúne con los Talibanes: «Estos caballeros muestran un sentido moral equivalente al de los Padres Fundadores.» Ronald Reagan 1985
La situación geográfica de Afganistán lo ha convertido en lugar de encuentro de imperios y civilizaciones, así como en cruce de importantes rutas entre polos comerciales como la Ruta de la Seda. Afganistán tiene más de 5.000 km de fronteras con seis países, de las cuales la más larga es la frontera sur con Pakistán, de unos 2.640 km. Afganistán también hace frontera al oeste con Irán (936 km) y al norte con las antiguas repúblicas soviéticas de Tayikistán (1.206 km), Turkmenistán (744 km) y Uzbekistán (137 km). La frontera más corta de Afganistán limita con la provincia china de Xinjiang y tiene apenas 76 km. Por otro lado, su estructura tribal, mantenida de forma continuada hasta el momento actual, hace difícil la consideración de Afganistán como un Estado consolidado a lo largo de la historia.

Afganistán es, pues, una sociedad multiétnica y mayoritariamente tribal. La población del país se divide en diferentes grupos y tribus con sus propias características etnolingüísticas: Pastún, Tayikos, Hazara, Uzbeko, Sadat, Aimak, Turcomanos, Baluchi, Pashai, NuristaníGujjar, Árabes, Brahui, Pamiri, Kirguís y algunos otros. En el Himno Nacional de Afganistán y en la Constitución afgana se mencionan un total de 14 grupos étnicos.
Durante la mayor parte de su historia, las tribus afganas se movieron entre la influencia árabe, persa, hindú y turca, hasta que la expansión colonialista inglesa, en permanente conflicto de influencias con Turquía, Irán y la Rusia zarista, consiguió imponerse en la mayor parte del país durante la parte final del siglo XIX y principios del XX, manteniendo una ficción de independencia basada en el apoyo a una monarquía muy debilitada.

Tras la Revolución de 1917, el gobierno soviético fue el primero en reconocer, en 1919, la independencia y soberanía de Afganistán, aun cuando no habían finalizado la lucha por su independencia contra el Reino Unido. Este país exigió la ruptura de relaciones entre Afganistán y el naciente «País de los Soviets», llegando a presentar en 1923 el llamado «ultimátum de Curzon», una de cuyas principales exigencias era retirar el personal diplomático soviético de Afganistán como condición para garantizar su reconocimiento como estado independiente y soberano.
Seguir leyendo AFGANISTÁN: LA TRAICIÓN DE OCCIDENTE (1)