Música

  • Ópera

    Ópera

    Y este es el aria que me hizo amar la Ópera. Confieso que la descubrí muy mayor, hace realmente poco tiempo, gracias a la influencia de María, a quien no podré terminar de agradecer nunca esto y muchas otras cosas. Continue reading

  • Ne me quitte pas

    Ne me quitte pas

    Esta sí, esta es la más impresionante canción de amor que se ha escrito y, en la interpretación de Jacques Brel, cantado,en toda la historia de la música, por supuesto con un criterio muy personal, el mío.  Continue reading

  • Menos mal

    Menos mal

    La música brasileña, como la cubana, el blues o el flamenco, tienen algo muy especial para mi. La belleza de esta canción, la de la voz que la canta, la elegancia que se desprende del conjunto rebosan arte, sin duda. Continue reading

  • Habaneras de Cádiz

    Habaneras de Cádiz

    Esta canción, con mi poquita pero desagradable voz, que diría mi padre, la he cantado muchas veces como una pequeña broma personal. Ella hacía como que se enfadaba. He escogido la versión de Carlos Cano porque quizás es lo más parecido a mi, en ese momento, que he encontrado. Afortunadamente para su recuerdo, no en… Continue reading

  • El Universo

    El Universo

    No puedo decir que sea mi canción de amor favorita pero, desde luego, es una de las más eróticas que he escuchado nunca. Recuerdo la primera vez que la oí, en la Plaza de Toros de las Ventas durante una actuación del «filipino». Me quedé sin palabras. Continue reading

  • Manuel Molina

    Manuel Molina

    Como homenaje a Manuel Molina, fallecido hace dos días, el 19 de mayo de 2015, músico, cantaor y espléndido poeta. Ya que en Facebook he puesto Nuevo Día, aquí quiero dejar esta otra muestra de su genio y de la voz incomparable de Lole Montoya. Siempre estarás con nosotros. Continue reading

SOBRE MI

Nací en 1953 en Carabanchel, recién incorporado al municipio de Madrid como un barrio periférico de obreros e inmigrantes, no muy distinto de lo que es ahora. Siempre me ha gustado la vida de barrio y me he identificado con él, yo que repudio fronteras, banderas e himnos más o menos por igual. Pero en el fondo sigo siendo aquel chaval al que los vecinos y las vecinas conocían como «el chico de la Antonia». Por muchos años…, sin exagerar.