Tengo que destacar esta ciudad, sin duda, a la que dediqué un día de excursión con un calor tremendo, donde comí en uno de los sitios mas auténticos que he comido, bien, hasta ahora, un comedor popular, por menos dinero de lo que cuesta un billete de autobús y que no solo conserva su patrimonio sino que lo cuida, yo diría que con mimo. Había empleados encalando paredes por toda la ciudad, haciendo reparaciones, limpiando, y se nota ese aire de lugar donde la gente vive a gusto, con más o menos medios, pero a gusto. Obviamente ha crecido, tiene barrios muy nuevos, pero yo creo que el espíritu se comparte, al menos mientras te estas moviendo por esas calles que rezuman historia. También de la época de la Liberación, aquí tuvo su residencia durante mucho tiempo Bolívar. Hace unos años un terremoto devasto la ciudad y tiene mucho merito como han sabido reconstruirla. Viendo estas paredes encaladas y estos balcones de madera o hierro forjado, cada vez entiendo menos como en nuestro país no hay mas gente que reivindique estos años de historia que hemos compartido, con sus luces y sus sombras, como decía al hablar de Potosí, pero compartidos al fin y al cabo. Incluso ahora me avergüenza la tímida reacción del Gobierno español ante los desastres de Perú o la ceguera de los empresarios españoles que siguen viendo esto como un territorio a explotar, en vez de colaborar a un desarrollo para el que sin duda, corrupción aparte, eso es obvio, están perfectamente capacitados. Pero el que este libre de culpa… No me extiendo mas, fue una visita corta pero muy emocionante. Yo creo que cuando veáis las imágenes lo entenderéis mejor.
SOBRE MI
Nací en 1953 en Carabanchel, recién incorporado al municipio de Madrid como un barrio periférico de obreros e inmigrantes, no muy distinto de lo que es ahora. Siempre me ha gustado la vida de barrio y me he identificado con él, yo que repudio fronteras, banderas e himnos más o menos por igual. Pero en el fondo sigo siendo aquel chaval al que los vecinos y las vecinas conocían como «el chico de la Antonia». Por muchos años…, sin exagerar.
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