«Ten siempre a Ítaca en la mente
Llegar ahí es tu destino
Más nunca apresures el viaje
Como sabio en que te habrás convertido
Sabrás muy bien que significan las Ítacas»
Konstantin Kavafis
Tu rostro de marfil sobre el cuerpo moreno
Tu sonrisa, tan blanca, ilumina mi noche
Tus labios me sugieren las sombras de otros tiempos
Sustraen mi mirada, me distraen, ausente.
Tu leve cuerpo flota sobre la blanca cama
Tu suave piel, brillante, recela de mis manos
Que intentan la aventura de recorrerla amante
Con la suave firmeza que provoca el deseo.
Por qué llegué a esta isla lejana y misteriosa?
En que suerte de Ulises por tu amor convertido?
He viajado las tierras con un rumbo disperso
Surcando la vereda marcada por tus pechos.
Ahora lo sé, y solo ahora lo supe
No busco una Penélope que tejiendo me espere
Burlando pretendientes a mi trono vacío
Mientras mis pies me llevan a lo desconocido.
Una mujer pretendo, real y misteriosa
Como solo lo oculto envuelve la verdad
Una mujer con vida, con alma, cuerpo y risas
Una mujer…, como una isla, mi Ítaca final.
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